Bernia, una cresta frente al mar

Cresta de Bernia, de 873 mts a 989 mts


Sábado 3 de Octubre de 2010.

Llevábamos tiempo detrás de ella. La cresta de Bernia es un lujo exquisito de actividad junto al mar, un continuo y expuesto sube y baja con un paso de escalada de Vº y dos rápeles. Partiendo del forat y siguiendo los puntos rojos marcados en la roca se accede a un collado. Aquí comienza una vertiginosa travesía de 3 kilómetros que, rozando las nubes y rodeando imponentes agujas calizas, nos llevará hasta el collado del Portitxol. Os dejo una serie de fotos que resumen una actividad que merece mucho la pena por el entorno en que se desarrolla.

Momentos de una cresta…


Pincha en las fotos si quieres verlas más grandes.


El forat de Bernia, una gatera de unos 20 metros de longitud. La entrada es amplia pero...




... pronto obliga a agacharse para atravesarla.



A la salida del forat comienza el recorrido de la cresta. Está indicado por puntos rojos y conviene no perderlos de vista para completar el recorrido por la cresta con seguridad. Nada más salir del forat subimos la ladera girando hacia la derecha para dirigirnos hacia el comienzo de la cresta.

La cresta comienza con una senda que nos lleva al primer rapel.



Una vista general de la cresta.


Y detrás nuestro va quedando el mar.


Avanzando hacia el primer rapel.


El primer rapel tiene unos 8 metros y te saca a una corta travesia lateral.


Pasada la travesia lateral ascendemos unos metros para volver a retomar el filo de la cresta. Se transita por un terreno fácil aunque no conviene descuidarse pues en algunos tramos es muy aéreo y con caídas de más de 200 metros. Las vistas son un lujo, en todo momento tenemos el mar a la vista. 


Llegamos al segundo rapel, de unos 25 metros.

Una flecha roja, que se puede observar en la foto, indica el rapel.



Acabado el rapel continuamos cresteando hasta que avistamos una formación rocosa que llama la atención por su forma. Se trata de la Pancha Blanca.



Nos acercamos a ella descendiendo por terreno en el que no debemos dejar de prestar atención.


Y ahora remontamos por una pequeña pedrera para llegar al paso clave de la cresta.


Debemos escalar un lateral de la pancha blanca, una pared de roca lisa de 3 metros de altura y Vº a la que sigue una travesía horizontal sobre una arista muy fina y expuesta, con unos 30 a 60 metros de caída a cada lado. Al final de la arista queda trepar unos 5 metros hasta la reunión. Toda la travesia está equipada con parabolts y no es complicada pero, como siempre, conviene prestar atención.












Acabado el paso de escalada hay que ascender trepando hacia el filo de la cresta para retomarlo de nuevo. Terreno fácil pero expuesto. Las vistas son preciosas, al fondo la bahía de Altea y la Serra Gelada.


Continuamos cresteando en un sube y baja continuo. Conforme avanza la mañana comienzan a entrar unas nubes que le dan a la cresta un ambiente que nos recuerda a montañas situadas más al norte.






El sube y baja es continuo.



Avanzamos por la cresta cada vez más cerca de su final, el collado del Portixol.







Finalmente, tras pasar por unas paredes verticales descendemos hasta el collado del Portitxol, fácilmente reconocible al estar dividido por una roca en forma de colmillo. A partir de este punto hay 2 opciones: descender hacia izquierda por una senda hasta el camino que lleva a la Fuente de Bernia o continuar hacia adelante hasta la cima de Bernia, caminando y trepando, siguiendo la dirección que llevábamos. Como llevamos ya unas 6 horas de actividad y se nos empieza a hacer tarde decidimos bajar por la senda a la fuente de Bernia.


Collado del Portitxol


Y así finalizamos la cresta. El día ha sido magnífico, buena climatología, buena actividad y mejor compañia. La cosa acaba con una paellita en la playa de El Albir,  a media hora escasa de coche de Bernia, a las cinco de la tarde. Cosas de vivir en Alicante je je.

Montaña y mar... poca nieve y mucha roca.


 




 



























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