Cavanilles. La cortada cavanilles, un camino morisco del pasado

 / LA MONTAÑA: ACTIVIDAD Y FOTOGRAFÍA


Senda Cavanilles.

Cavanilles

Cavanilles. Senda de la Cortada

10 de Octubre de 2014.

El interior de la provincia de Valencia alberga el macizo del Caroig, uno de los espacios naturales más importantes de la Comunidad Valenciana. Un amplio territorio calizo de 2350 kilómetros cuadrados de extensión, deshabitado y de difícil acceso, delimitado por el valle de Ayora – Cofrentes, la Canal de Navarrés y el profundo cañón excavado por el río Júcar en la Muela de Cortes.

Antonio Cavanilles, ilustre botánico valenciano que recorrió estos parajes hacia 1795, cita el Caroig en su obra «Observaciones sobre la historia natural del Reino de Valencia» y lo describe como «el gran desierto valenciano»… «el centro y punto de unión de los montes esparcidos por todo el reino de Valencia».

Senda Cavanilles.

Río Fraile. Macizo del Caroig

En la actualidad, el macizo del Caroig continúa siendo un territorio singular de gran valor ecológico que se mantiene poco alterado gracias a su despoblamiento. Su orografía es compleja, con altitudes que oscilan entre los 200 y los 1100 metros de altitud, y cuenta con una fauna y flora rica y variada en la que destaca la presencia de un número muy importante de ejemplares de cabra hispánica.

Senda Cavanilles.

Nacimiento del río Fraile. Macizo del Caroig. Bicorp.

En la Muela de Cortes, que forma parte del macizo de Caroig, se encuentra uno de los senderos más bellos de la Comunidad Valenciana: la senda de La Cortada o senda Cavanilles. Un espectacular camino de herradura, construido por los moriscos, que asciende por las paredes del cañón del río Júcar desde el municipio de Cortes de Pallás hasta La Cortada, el punto más alto de la Muela. Su trazado es sinuoso y va bordeando precipicios que se desploman varios cientos de metros hacia abajo dotando a la pared del cañón de una gran verticalidad .

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Panel informativo.

La senda de La Cortada también es conocida como senda Cavanilles en homenaje al insigne botánico valenciano que recorrió y describió estos parajes en sus obras escritas. Se trata de una ruta circular que nos permite admirar un paisaje de montaña bastante impresionante.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Panel informativo.

Para comenzar la ruta de la senda Cavanilles hay que dejar el coche en el parking público situado a la entrada de Cortes de Pallás y cruzar el pueblo subiendo por su calle principal. Cuando la calle se torna en bajada hay que continuar caminando unos metros hasta que encontramos, a mano izquierda según bajamos, un poste indicador que señaliza claramente con marca verde y blanca el inicio de la senda local SLV 13.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Rutas de PR

A partir de este punto la senda inicia una cuesta arriba que no cesará hasta culminar en La Cortada, el punto más elevado de la ruta. Al inicio del camino, tras recorrer unos metros, se pasa junto a una balsa de riego que sirve de referencia para saber que vamos en la dirección correcta.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles.

Un poco más arriba de la balsa de riego encontramos una bifurcación señalizada. Si tomamos el camino de la izquierda subiremos a La Cortada por la senda Cavanilles y si completamos la ruta circular pasaremos, de regreso al coche, por el camino de la derecha.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Subida por La Cortada.

Desde el pueblo hasta La Cortada hay que salvar unos 400 metros de desnivel que conviene ascender a un ritmo tranquilo para poder admirar el imponente paisaje que nos rodea sin que nos falte el aliento.

El camino discurre bordeando los contrafuertes de roca y va ganando altura rápidamente a base de trazar zetas.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. La Cortada.

No se tarda mucho en disfrutar de unas buenas vistas aéreas del cañón del río Júcar y las montañas que lo rodean.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. La Cortada.

Conforme nos acercamos al vertiginoso paso de La Cortada las vistas son cada vez más espectaculares. A nuestros pies queda el Júcar, el municipio de Cortes y su viaducto.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. La Cortada.

Recorremos un paraje realmente privilegiado en el que predominan los pinos y plantas aromáticas como el romero y el brezo.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. La Cortada.

Uno de los puntos más bellos de la ruta lo encontramos en el paso de La Cortada, desde el que podemos ver enfrente nuestro y a pocos kilómetros de distancia el castillo de Chirel, una antigua fortaleza morisca que sirvió para vigilar el río desde su atalaya situada en lo alto de la Muela del Cinto del Castillo.

El singular pino de La Cortada no parece tener miedo en asomarse al vacío. Justo debajo de la rama más prominente de la derecha se observa la Muela del Cinto y el Castillo de Chirel.

Senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Pino de La Cortada.

Una vez hayamos franqueado el paso de La Cortada la senda Cavanilles se desvía a nuestra izquierda y unos cuantos metros más adelante enlaza con una pista forestal que nos conduce a bordear el gigantesco depósito de agua de la Muela de Cortes. Esta parte de la ruta no es muy atractiva pero no tardaremos mucho en dejarla atrás para continuar camino y aproximarnos al Paso de la Franca.

Con un poco de suerte se pueden observar ciervos, venados, ejemplares de cabra hispánica o rapaces; fauna con presencia frecuente en estos parajes.

Cuando estemos llegando casi al final del depósito de La Muela encontraremos un poste que indica un desvío a la derecha para continuar con la ruta circular y que nos encamina hacia el Paso de La Franca. A partir de este desvío hay que guiarse buscando la presencia de hitos dispersos en una senda menos evidente que la que hemos seguido hasta ahora pero que se intuye con facilidad.

En mi opinión, el paisaje que encontramos en esta parte del recorrido es grandioso. Aquí uno se halla inmerso en pleno corazón del Macizo del Caroig, o lo que es lo mismo, en mitad de la nada con la única compañía del ulular del viento, una presencia casi constante en estos parajes en cualquier época del año. La sensación de soledad es infinita, una percepción que se acrecienta si se realiza la ruta en solitario como fue mi caso.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paisaje desde la Muela.

El paso de la Franca no es difícil pero conviene no confiarse, sobre todo en invierno cuando existe la posibilidad de que el terreno esté helado y resbaladizo.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paso de la Franca.

El pasamanos facilita bastante las cosas aunque con terreno seco no es necesario utilizarlo.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paso de la Franca.

Descendemos el paso de la Franca y poco después ya tenemos a la vista «La ventana del águila», un hito del paisaje que llama bastante la atención.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Ventana del águila.

Caminamos ahora por una senda bien definida que va descendiendo hasta el fondo del barranco.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Ventana del águila.

La grandeza y soledad del paisaje que me acompaña durante buena parte del recorrido no deja de sorprenderme. Es como estar recorriendo «un mundo aparte», rodeado de un paisaje acerado por el viento frío y afilado que te va cortando cara y manos a poco que no te protejas adecuadamente. Si lo que buscas es abandonarte a tus pensamientos mientras caminas en soledad… ¡éste es un buen lugar para ello!

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paisaje

Durante un buen rato me quedo parado observando como el viento empuja a las nubes que sobrevuelan a gran velocidad las peñas rocosas que me rodean.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paisaje.

Me llama la atención especialmente esta curiosa formación rocosa con forma de «proa de barco» y me pregunto cuanta belleza esconderá esa silueta en la noche bajo un manto de estrellas veladas por nubes en fuga.  Me lo apunto en la lista de futuras actividades, volveré a este punto para intentar capturar en fotografías esa belleza singular de la noche en la «montaña del barco».

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles. Paisaje.

«MONTAÑA DE LA PROA DE BARCO»

Tras disfrutar de un largo rato de abstracción en plena naturaleza recargando de vitaminas el espíritu toca retomar la marcha.

A medida que se avanza por la senda y se va dejando atrás la «ventana del águila» y la «proa de barco» hay que descender hasta el arroyo, vadearlo y ascender unos metros estando atento pues hay que desviarse del camino evidente para tomar una senda que se desvía a nuestra derecha y que vuelve a descender hasta la orilla del arroyo, la cual hay que seguir hasta llegar al puente del Arroyo de Cortes que cruza de nuevo a la otra orilla.

La sequía me dejó una estampa triste del puente sobre el arroyo, la de una cascada sin vida ni agua corriendo. La presencia de agua en otras épocas más lluviosas seguramente multiplica la belleza del lugar.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles

PUENTE DEL ARROYO DE CORTES

La senda Cavanilles va completando su recorrido circular acercándome hacia el pueblo de Cortes de Pallás. El entorno agreste y solitario va dando paso poco a poco a un paisaje cada vez más humanizado en el que pinos y plantas aromáticas ceden protagonismo a los campos de cultivo aunque todavía encontraré cruzada en mitad del camino a una vecina del lugar que me recuerda que no baje la guardia pues todavía transito por territorio montaraz.

Senda Cavanilles

Senda Cavanilles

«ELLA, LA QUE VIVE EN UN MUNDO IRREAL»


Acabada la ruta y ya en el coche, de vuelta a casa, paro a pocos kilómetros de Cortes para ver y lamentar el desastre ecológico causado por el incendio de julio de 2012 que arrasó más de 28.000 hectáreas en esta zona. No hay mucho más que comentar en las siguientes imágenes salvo que afortunadamente el incendio no alcanzó el Caroig ni la Muela de Cortes, la zona por la que discurre la senda Cavanilles.

Senda Cavanilles. Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Senda Cavanilles. Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Senda Cavanilles. Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Incendio de Cortes de Pallás. Julio 2012

Senda cavanilles. Incendio de Cortes de Pallás, Julio 2012

Incendio de Cortes de Pallás, Julio 2012

Si te animas a realizar la ruta de la senda Cavanilles no olvides la cámara fotográfica ni la ropa de abrigo en cualquier época del año incluso en agosto pues aunque durante el día hace bastante calor, cuando se oculta el sol refresca y si sopla el viento la sensación térmica puede ser baja.

¡A disfrutarla!

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